Cuando nos hablan de atravesar una crisis nos produce pánico y queremos a toda costa que la crisis desaparezca. Empleamos términos como "superar la crisis”, como si fuese algo que hay que vencer, que hay que escalar. Es una especie de pulso, de lucha a brazo partido en la que habrá una parte vencedora… Pero esa visión pertenece a un sistema obsoleto de creencias. No se trata de vencedores y vencidos, no es una guerra. No es más que un cambio, un cambio de ritmo… ¿para qué resistrnos al cambio?. El conflicto se incrementa cuanta más resistencia pongamos, cuanto más rigidez apliquemos. Cambio significa movimiento, es decir, vida. La vida es dinámica, es transformación, gasto de energía, neguentropía. Resistirse es resistirse a la vida, aceptar la muerte del desgaste progresivo. La crisis desmantela el orden antiguo y es la oportunidad para la construcción de un nuevo orden. Todavía no lo conocemos, es impredecible y va emergiendo solo y poco a poco. Se instalará a pesar nuestro. Sólo podemos hacer dos movimientos que están relacionados: 1) mantenernos lo más conscientes posible a lo largo del proceso, y 2) no resistirnos, es decir, aceptarlo...
"La crisis siempre apunta al cambio, a una transformación, solamente una transformación generara movimientoy permitirá que la vida fluya."
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